COMADRONA INDEPENDIENTE

opiniones sobre parto natural que puedan guiar a las mujeres

Thursday, February 17, 2011

EXCEDENCIA

Llevo días dándole vueltas al tema y he decidido no escribir durante un tiempo, en parte porque no se si sirve para algo, en parte por no darle mucho al coco –que bastante activo lo tengo-.
En cualquier caso pienso que el tema del parto natural y la fertilidad están en primera línea, y sigo pensando que con esa idea se dan muchos equívocos pero…,
Creo, que por tanto, es un buen momento para mantener la observación, el silencio y conservar la cautela.
Mi idea original sigue siendo que es preciso decidir y hacer camino, que las cosas son fáciles cuando se persevera en la escucha al cuerpo y conectada; pero sigo pensando que eso no se puede llevar a cabo en según que circunstancias ( en la gestación imposible a las 30 semanas -es demasiado tarde-), en el aspecto de la contracepción natural existe más margen para todo, siempre que se mantenga un cierta coherencia (la idea de que “todo sea cuando yo quiero” debe transformarse en cierta flexibilidad reposada).
Pero por otra parte nunca es tarde para darse cuenta de la necesidad de hacer algo propio y de ser capaz de escucharse para exigir que los demás nos escuchen.
Espero que las comadronas sepan estar a la altura de las circunstancias y que no desaprovechen la oportunidad histórica, que por multitud de razones, las pone en primera línea de actuación en la salud materno-infantil, pero ello exige combinar el rigor y la empatía; la prudencia y el saber hacer; la paciencia y la eficacia,…
Yo sigo estando en el mismo lugar y en ese espacio abierta a las necesidades de mis colegas como asesora y de las mujeres que deseen un vínculo profesional incondicional con la idea de crecer personalmente y no solamente de conseguir ciertas metas
Hasta pronto
Adela Vidal
Febrero 2011

Friday, November 26, 2010

EMOCIONES

Definitivamente, este es el término de moda en la asistencia obstétrica. Supongo que se pretende aglutinar a partir de allí, un abordaje más “humano”, aunque en realidad se corren muchos riesgos al poner las emociones en primer lugar, pues, desde mi punto de vista, no existe suficiente formación en nuestra profesión para poder ordenar este tema, sin perder de vista otros planteamientos clínicos y para contener la subjetividad que promoviendo tal vía puede surgir e invadir todo el panorama.
Hace pocos días se ha realizado la IV jornada de Comadronas con el título “Emociones en torno al nacimiento” (evidentemente el título era en catalán, pues se han producido en Barcelona) promovidas por el COIB, donde sorprendentemente sólo una ponente era comadrona. El tema central de la conferencia inaugural y la primera sesión (habían dos) era el tema del duelo.
Y parece se olvidaron que la primera comadrona que hizo su tesis doctoral sobre el tema, hace años, podría haber tenido algo que contar; pero ni hubo tan siquiera en la presentación mención a su existencia, aunque hubiese sido con carácter histórico, pues además Ana Sanés, fue la primera tesis leída en catalán (o no conocían o la memoria histórica es francamente débil)
Amén de ello y de la “invasión” en el auditorio de personas ajenas directamente a la profesión (parece estaban presentes usuarias y alguna psicóloga) la primera sesión fue interesante, aunque muy centrada en la muerte fetal o perinatal, aunque desde mi punto de vista, si hablamos de duelo, se tendría que ampliar el tema para poder reflexionar también sobre las expectativas que se están generando en la actualidad y que no pueden ser alcanzadas, por ejemplo con los partos naturales o con las vacunas para prevenir el cáncer de cuello uterino (papiloma).
Digo lo de “invasión” pues si las jornadas hubiesen sido multidisciplinarias me parecería fantástico, el intercambio de puntos de vista y opiniones; pero si son jornadas para la profesión me parecen injerencias que pueden llegar a ser lesivas si se repiten, pues es evidente, que las usuarias tienen otros puntos de vista, subjetivos los suyos, y por tanto en una jornada que pretende ser científica y no de debate no entiendo su presencia.
En referencia al tema del duelo, me parece oportuno no solamente plantear la perdida del vínculo (subjetivo para la madre) sino de lo que sucede a cualquier mujer cuando espera, se recrea, pretende, algunas veces, en sus experiencias vitales cotas, hazañas que están alejadas de la realidad. Como apunto el psiquiatra de la conferencia inaugural, estar vivo supone no poder evitar el sufrimiento inherente a la vida humana en este mundo y por tanto, también, es imposible eludir las frustraciones, los desencantos, las decepciones. Pero si se habla de asistencia, no solamente tendríamos que poder acoger y contener “las pérdidas o las cicatrices” sino también, si entendemos profundamente el concepto de prevención, deberíamos ser capaces de no suscitar más fantasmas consumistas o hedonistas de ambiciones y metas ilusas en las experiencias humanas de carácter físico y emocional.
Se debe recordar que hoy en día, las mujeres no alcanzan la felicidad solamente en su desarrollo como madres, que sus deseos están tan diversificados y son tan “insaciables” que en muchas ocasiones y paralelamente, no tienen elaborados, para equilibrar, la capacidad de aceptar los límites y de asumir las incertidumbres. Y en cualquier caso, que existen muchas áreas personales para que las mujeres cuando se ven inmersas en diversas circunstancias puedan emerger de las más varias maneras para responder a las circunstancias o seguir viviendo encontrando nuevos horizontes.
Señalando cosas que me parecieron dignas de mención: hubo un comentario, me parece que en origen de una usuaria que nos contó una ponente, que decía algo así como que ella creía “que el Hospital debía de ser una fábrica de humanidad” que me pareció muy buena imagen y aquí la dejo para lo que pueda sugerir (comunicación, encuentro humano, individualización, compasión incluso). Otra cuestión en el ratito de café de la mañana, oyendo a algunas colegas comentar cosas sobre la detección de la violencia de género (otra moda) me parece que sería oportuno también reflexionar sobre la utilidad de detectar posibles problemas cuando: no existen recursos para su abordaje y cuando la propia usuaria no manifiesta la necesidad de afrontar ese problema, pues lo que yo sentí, es que algunas profesionales el tema les llenaba de ansiedad e impotencia.
No puede quedarme a la segunda sesión, a ver si se publica algo del contenido de la misma.

Thursday, October 07, 2010

INCREIBLE

Hablando de dones, parece que el don de la maternidad no queda bien, no tiene buena prensa y luce poco.
A la vuelta del ultimo viaje de esta primavera del Cameroun, después de hacer el informe para la ONG diseñadora del proyecto al que intente hacer frente –literalmente-, pensé que también por misma sería interesante escribir algo sobre la vertiente más emocional o/y vivencial de mi estancia en África, remití un esbozo simple a la misma ONG (contestaron que no tenían previsto publicar nada de sus cooperantes internacionales) y amplié otro el mismo escrito animándome bajo la sugerencia de una mujer que pertenece a la red CAPS.
La sorpresa después de estos meses de espera a ver que les parecía el escrito ha sido mayúscula, transcribo la contestación: “Hola guapa, Me sabe mal decírtelo pero la decisión sobre la publicación de artículos la hacemos por consenso, tenemos que estar de acuerdo las cuatro (no sé, gracias a Dios, quienes son las otras tres), y a mis compañeras no les acaba de convencer tu artículo (“convencer”, yo no era consciente de que eso debía de haber estado presente en la intencionalidad del texto) Les parece que se exalta la maternidad “exuberante” (supongo que el entrecomillado es por un adjetivo calificativo acorde con el texto, es decir con mi modo de expresión)de las africanas sin hacer referencias a la poca capacidad de decisión que tienen al respecto, por ejemplo. (Eso en el fondo se lo creen estas, pues las otras, las africanas deciden más cosas de las que parecen desde nuestra visión)Bueno, lo siento. Un abrazo”
A lo que conteste: “El articulo era para mi una aportación vivencial a la revista (MYS) desde un aspecto sanitario y de cooperación internacional y no una visión ideológica (no entendí que era implícita esa necesidad para su aprobación y publicación) Una pena, pero en cualquier caso es evidente que a una comadrona le sea más fácil conectar con esa exaltación pues me sigue pareciendo fascinante el milagro del nacimiento.”
Días después que me pongo a escribir estas líneas me sigue pareciendo increíble lo que puede llegar a suceder en nuestras latitudes. He decidido colgar el texto motivo de esta bitácora para el disfrute y crítica de quien le apetezca leerlo.

EL DON DE LA MATERNIDAD

En los últimos quince meses he estado en Africa subsahariana 3 veces como cooperante internacional sanitaria, soy comadrona. Han sido diversos proyectos de docencia y apoyo a la asistencia obstétrica. 2 veces en Ruli, Rwanda –Mayo y Nov 2009- (ONG Matres Mundi, sede Barcelona ) y una vez en Djunang, Cameroun –Mayo 2010- (ONG Fundación Recover, Hospitales para África, sede Madrid), durante varias semanas.
El primero un centro hospitalario con unas 25 camas para Maternidad y el segundo un centro que pretende convertirse en Hospital y está en plena remodelación que tan sólo dispone de 3 camas para la atención obstétrica.
A pesar de su aparente diferencia, uno en el Este, otro en el Oeste; uno consolidado, otro emergente; uno con varios profesionales para ese área específica encargados de la asistencia diurna y con un volumen de partos notable –media de 3 por día-, el otro con sólo un profesional de referencia para cubrir todo lo que acontecía en la asistencia del centro –media al mes 5 partos-. Las similitudes eran notables: una comadrona titulada por centro y en turno de mañana, no excesivamente implicada en la labor asistencial, sino más en la jerarquía y en el status sanitario; notable desidia traducida en no pensar en pasado mañana; escasa valoración de las medidas de higiene y asepsia; vicios asistenciales retomados de lo peor de la atención del primer mundo: posición ginecológica, pujo a inspiración bloqueada por comentar dos ejemplos; amén de tener ambos proyectos de ayuda internacional en su diseño, una importante carga de “irrealidad” con respecto a la reticencia de los profesionales de ambos centros, a incorporar cambios para la mejora de la asistencia materno-infantil de la población donde están emplazados –zonas pobres de montaña, de recursos agrícolas propios, con alta paridad: media 5 hijos por mujer y con una tasa de VHI de 12% -.

A pesar de todo, y por ello me he animado a escribir estas líneas, he podido contactar con esas mujeres y poder compartir su fuerza, su vitalidad y su entrega en la historia de su fertilidad exuberante. En muchas ocasiones cuando estás dispuesta a ofrecer una mano, el personal sanitario nativo se inhibe de actuar, por comodidad, para valorarte ellos a ti, por cierta economía energética y porque muchas veces aprenden por copia del modelo que ven -de tu propia actuación-; ello posibilita y obliga a que tomes un papel muy activo en la atención obstétrica, sobre todo si el encuentro se produce en una sala de partos con mujeres gestantes en trabajo de parto a punto de dar a luz. Es difícil no proporcionar ayuda si estás presente, en una manera de respirar más fisiológica, con el encuentro ajeno del dolor visceral del cuerpo femenino en movimiento autónomo, en la búsqueda de la posición más favorecedora para parir y en consecución de ciertas maniobras manuales menos iatrogénicas para atender a una mujer en trabajo de expulsivo.
Todo ello acaba repercutiendo profundamente en una misma, debes reflexionar las acciones que ejecutas; propiciar la compresión y el entusiasmo del que observa, testigo de tus iniciativas; atender al vínculo humano que has osado instaurar con una mujer de otra raza en situación aguda y con otros patrones culturales en un momento intenso de su vida femenina para la procreación de la especie; sentir lo que se moviliza en ti misma ante el honor de ser testimonio de la fuerza de la vida en un mundo tan distinto al propio y tan similar en el fondo.
Las mujeres africanas me han permitido y me han reclamado estar-seguir con ellas para compartir su condición biológica femenina evidenciándome la certeza de que para todas ellas la maternidad es un don celeste, concretizado en un nuevo ser humano que pasa a través de su cuerpo y sus vidas.
Mujeres que nos llevan a nosotras, ventaja pues siguen abiertas a la acogida, en letras mayúsculas, del otro –del potencial y novedoso recién nacido que llega al mundo- .
Ellas que no han sido presas de la locura de su omnipotencia –y os juro tienen una fuerza vital innata espectacular- y por ello han permanecido libres de unirse a su deseo corporal.
Mujeres que han perpetuado y sostienen redes femeninas –autenticas y gratuitas- de acompañamiento, presencia y apoyo constante en referencia a la maternidad, a sus peajes y a sus logros.
En ninguno de estos dos lugares les resulta a la gente fácil comunicarse, pues son poblaciones alejadas del mar y sus formas de relación son distantes; pero a pesar de su reservado modo de ser, en todas ellas, su mirada ha buscado directamente mis ojos, su silencio me ha ofrecido su agradecimiento, su capacidad de aceptar mis cuidados me ha enseñado lo que realmente era entregarse a dar, a darse.
He tenido suerte, no se me ha muerto ningún bebé, ni he visto a ninguna mujer fallecer como consecuencia de su intento maternal, aunque he podido escuchar los espeluznantes gritos ante un legrado sin analgesia. En estos tres viajes he podido ofrecer generosamente lo mejor de lo que sé como profesional, en cada uno de los encuentros que el destino ha propiciado (en Djunang hasta atendí 5 partos, en 15 días). Y sobre todo he cubierto en esos maravillosos y verdes parajes, un deseo profundo de gozar con lo que sé, a la edad que tengo y con todo lo que he aprendido en mi vida.
Por ello sé que volveré, e intentare como en este texto, seguir honrándolas como mujeres, madres y modelos de desafío femenino para la humanidad de este siglo XXI. 23 Junio

Friday, August 20, 2010

INFORME OBSTETRICO DEL PAIS
Asistencia al parto de las mujeres sanas. Estudio de variabilidad y revisión sistemática España años 2001-2006 Informe 2007-103 del Ministerio de Ciencia e Innovación publicado en 2009

Causa del estudio: 14% de las hospitalizaciones en 2006 son debidas al sistema reproductor femenino –gestación, parto y puerperio- (como denomina la medicina a la particular capacidad de la procreación femenina) (Fuente Ministerio de Sanidad y Consumo Instituto de Información Sanitaria 2008
Número de partos en 2007: cerca de 490.000 asistidos el 75% en el sector público, con un 20% correspondiente a inmigrantes
Edad media: 28,5 años Cesáreas en mayor edad de media 31 años (22% del total encima de 35 años)
Cuanto más grande es el Hospital y de mayor nivel más episiotomías y partos instrumentados
Media genérica: Cesáreas. 22,2%/ Instrumentados 15,1%/ No instrumentados: 62,7%

Provincias
Catalunya cesáreas partos sin episio con episio instrumentados 2006
Barcelona 21,7 % 37,2% 19,1% 21,9%
LLeida 26,3% 52,3% 0,4% 21%
Tarragona 26,2% 19,6% 26% 28,1%
Girona 23,1% 50,8% 11,5% 14,5%

De los instrumentados: 66% forceps/ 2,3% ventosas/ 31,7 % otros

De las 48 provincias españolas restantes del estado español (descontadas las 4 de Catalunya): se asisten partos con episiotomía en más 50% mujeres en 7 provincias

Tasa más baja de partos sin episiotomías: Palencia con 1,8% (o sea donde más se hacen)
Tasa más alta sin episiotomías: Toledo 50% y Tenerife 51,9% habiendo 4 provincias por encima de 40%
Tasa más alta de cesáreas: Valladolid: 30,5%/ Ourense: 31,7% y Almería 30,1% Por encima de 25% hay 13 provincias Recomendación de la OMS de 15% solo Vizcaya está debajo 12,3% Resto de España más alta de 20% excepto Las Palmas 16,9% con 44,5% de partos sin episiotomía
Navarra es la provincia que en los últimos 5 años más ha evolucionado en la asistencia a menor abordaje medical del 72% de partos con episiotomía en 2001 a 52,2% en 2006 –descenso de 20%-
Tasa de partos instrumentados: más alta Sevilla 26% y por encima de 20% 1provincia solamente /// más baja: Ceuta con 5,8% y con 22,3% cesáreas; Melilla con 6% y 24,2% ; Ávila 6,9% con 23,6% respectivamente está última con partos con episiotomía en un 60,3%.
Por debajo de 10% de partos instrumentados hay 6 provincias
Las islas en general (Baleares, Las Palmas y Tenerife) tienen un porcentaje en todo muy equilibrado: más del 46% de partos sin episiotomía; cesáreas por debajo de 19% e instrumentados sobre el 13%




Conclusiones personales:
Parto con mayor riesgo de episiotomía: Palencia y Ávila
Con mayor riesgo de cesárea: Valladolid, Ourense y Almería (aviso no perderse por Lugo, Pontevedra y Salamanca)
Equipos más intervencionistas en general: Sevilla
Se ve que el riesgo de:”a menos episiotomías más desgarros” se cumple: 2001 21,7% en 2006 32,8% ; deducción es preciso valorar qué se hace para prevenir y cómo se hace y si se prepara el perineo y no solamente dejar de cortarlo
En general se utilizan más los forceps que las ventosas excepto en Murcia y Galicia
Como comadrona para ejercer me parece más interesante: Islas Baleares y Canarias, seguida de Toledo y posiblemente Navarra por su intencionalidad de mejora asistencial
Ceuta está más o menos como Catalunya y Melilla es más bajo pero no me parece un lugar atractivo.

De todo el informe de las recomendaciones y conclusiones del tipo de asistencia que se efectúan, se puede deducir que:
. Es imposible hacer recomendaciones objetivas si todos los estudios analizados parten de bases similares por ejemplo: eficacia de la Vitamina K en neonatos, todos los estudios parten de su administración, así es evidente que no se puede valorar si es pertinente o no o en que casos ya que su administración es universal; lo que sucede del mismo modo con el uso de la oxitocina en el posparto como prevención de la hemorragia –podrían ver si existen otros modos-.
. A mí se me plantea la duda que si en los Hospitales el porcentaje de “peridurales” es muy alto, puede haber relación con que las posibilidades de partos espontáneos no lleguen al 50%
. Me pregunto: ¿cómo se pueden hacer recomendaciones para la asistencia al parto eutocico, espontáneo vaginal de mujeres sanas, si esa realidad –espontáneos- es tan excepcional en la atención hospitalaria de este país?
. También se ve en todo el texto que tampoco son tan intervencionistas o autistas los profesionales hospitalarios en la asistencia obstétrica pues son capaces de participar debatiendo en el análisis su propio quehacer profesional
. En cualquier caso, y conociendo últimamente que sucede antes situaciones clínicas de la práctica asistencial obstétrica que he tenido la desgracia de conocer, creo que estos documentos no ayudan a revisar los protocolos ni las relaciones entre las mujeres y los profesionales.
Cada vez se dan más situaciones inverosímiles en casos concretos de mujeres que manifiestan deseos poco acordes con planteamientos habituales en la asistencia, donde al aparecer dificultades clínicas, se evidencia la falta de capacidad de gestión del equipo asistencial pues las recomendaciones que estos refieren ante la demanda de partos “naturales” o ante la “mala” imagen de las intervenciones en el terreno, demuestran una absoluta obviedad de criterios de conocido bagaje y eficacia empíricas para eludir enfrentamientos asistenciales. Todo ello da lugar a situaciones absurdas, de implícito riesgo y de absoluta inutilidad; por ejemplo: plantear posibles versiones de presentación de nalgas a cefálica en primíparas a las 38 semanas; determinar la posible viabilidad de partos de nalgas en presentaciones libres; dejar evolucionar hipodinamias evidentes de fase activa de trabajo de parto sin prescribir estimulaciones oxitócicas o amniorexis artificial con presentaciones insinuadas; dejar de atender partos estancados de más de 2 horas sin evolución en fase activa con dilatación superior a 5 cms, presentación encajada y sin peridural; inhibirse de actuar con criterio y permitir evolución fisiológica en casos de ruptura de bolsa con aguas teñidas.
Es cómo si de golpe, toda la morbi-mortalidad materna y fetal se hubiese fundido y quedado simplemente en un riesgo del tercer mundo o en un recuerdo histórico de nuestro pasado
La impresión es que todas estas actitudes encierran un problema grave de comunicación y solapan otros problemas mayores: falta de criterios clínicos y ausencia de rigor profesional.
Pienso que es una pena tener que repasar siempre todo, sin reflexionar nunca sobre la estructura, dinámica del cuerpo humano en sus vertientes anatómica y fisiológica sobre todo en el caso que nos incumbe que es la procreación femenina humana. Pues creo sería más evolutivo emprender la búsqueda de intervenciones más adecuadas, determinando las mejores condiciones, definiendo la forma y el abordaje más pertinente para alcanzar mayor excelencia profesional que no estar analizando superficialmente lo que ya se sabe. Extraña realidad obstétrica la actual.

Monday, July 05, 2010

ULTIMAS NOTICIAS

Realmente escandalizada por conocer que las cosas se sacan de quicio (de su lugar y no lo digo yo sino que es de sentido común -¿!-) paso a referir la última novedad en la asistencia obstétrica desmesurada, demagógica, arriesgada y francamente estúpida.
Parece que ahora es “súper”, que la placenta no se separe del bebé ni cuando deja de latir el cordón, ni cuando se ha desprendido del lecho uterino, ni cuando están en este mundo las dos porciones de la gestación completada.
Sinceramente me parece una guarrada en su amplio sentido.
Habitualmente, y hace 30 años que asisto partos a domicilio, me parecía que para hacer honor a esa parte de la “mixta” del “huevo” y la madre, de esa barrera protectora, de esa mediación natural, de esa raíz misteriosa, sanguínea y espontánea surgida en el mismo proceso fijado de la vida en las entrañas femeninas humanas eran de cajón, es decir lógico, respetuoso y además permitía fijar el final del proceso con un ritual; cuando la familia, en el periodo puerperal, podía enterrarla o utilizarla como abono para cultivo o quemarla en un reconocimiento de gratitud a la naturaleza y a la procreación –símil de la creación divina-. Ni que decir tiene que después de atender al alumbramiento de la placenta es de obligada ejecución su valoración descriptiva, morfológica y la corroboración de su integridad, para después embolsarla y congelarla pues desde siempre me he negado a tirarla a la basura como un desecho. Pero de esto a ir más allá, es pasarse de vueltas.
Parece que se ha olvidado de que la materia orgánica en este mundo sufre un proceso de putrefacción para su descomposición; que existe tétanos neonatal en función de las prácticas que se acontezcan en el nacimiento; que el pobre bebé que no tiene fuerza muscular ni para sí mismo –pues entre otras cosas, no dispone de un sistema neurológico capaz- tiene que arrastrar un peso que puede ser una quinta parte del propio (en el mejor de los casos), ya que por más cuidado que se tenga solamente se tienen dos brazos y dado el tamaño del bebé y su inhabilidad y dependencia, estos se precisan para sujetarlo. Amén del pestazo que puede generar esa materia encerrada en una bolsa sin refrigerar durante el tiempo en el qué va a permanecer junto a el bebé pues parece que solamente se podrá valorar como secundinas, secundarias, separadas y suciedad cuando el cordón se haya secado, necrosado y cicatrizado.
Y me pregunto: ¿Por qué ninguna criatura mamífera lo hace? (todos los mamíferos se la comen; una vez la probamos y no sabe a nada) Ninguna cultura, ni grupo antropológicamente hablando, que yo sepa lo hace, en ningún lugar del mundo y será por algo ¿¡no?!
En realidad creo que pasarse en la vanguardia no es una manera eminente de destacar, pues
la provocación del riesgo y más el neonatal es, mírese como quiera mirarse, una osadía irresponsable, un peligro innecesario y profundamente estéril.
Por todo lo declarado, es evidente, que no lo voy a hacer y espero que nadie me lo pida.
DARSE O ACOGER AL OTRO

Me parece fundamental que las mujeres que desean parir en casa o intentarlo tengan amén del deseo, la competencia de conectar consigo mismas, es decir que tengan una mente abierta y sensible. Que sean capaces de gobernar (por decirlo de algún modo) sin excesivo esfuerzo sus impulsos y sus preferencias más orgánicas para no ser objeto de si misma sino devenir sujetos de su propia vida. Que su nivel de obsesión sea el justo para motivarse y preservar en el camino que desean realizar. Que sus problemas cotidianos ocupen una porción concreta de su vida y no invadan toda la perspectiva personal en relación a su devenir temporal.
El deseo de adquirir y poseer serenidad es un buen pie de apoyo para intentar conectarse en otro ritmo vital más acorde con el tiempo de la procreación humana
Muchas veces las emociones y los impulsos son reacciones de una sensibilidad acentuada hacia el entorno personal, en vez de ser percepciones vitales de referencia interior; la diferencia de ambas radica en que las primeras bloquean y desestabilizan y las segundas nacidas de lo más profundo permiten sentir la vida con conciencia y capacidad de penetración
Y es preciso decir que se requiere disciplina, que no coraje, para poder percibir la experiencia corporal de la maternidad con toda su potencia conectada en el afecto y sin sufrir innecesariamente tensiones estériles.
Porque no hablo de conseguir goce (de placer) referido a las sensaciones corporales, en todo caso puedo hablar del gozo (como alegría, como plenitud) de una fuerza que surgiendo del cuerpo integra completa y fluidamente al ser de toda mujer (al ser mujer)
Por ello es preciso como en cualquier trabajo personal cierta higiene afectiva, apertura de espacios, disciplina mental y sistemática cotidiana en el uso del cuerpo (de su mecánica) teniendo en cuenta su estado, en constante cambio; lo que muchas veces requiere cierta reorganización de la vida. Ni que decir tiene que todo lo que favorezca este proceso debe ser asumido e incorporado a la vida personal.
Así se puede percibir como la integridad personal es el resultado de cierto equilibrio entre el cuerpo, el psiquismo y el afecto para conseguir que la realidad pueda desarrollarse de la manera más adecuada a nuestro crecimiento comos seres humanos.
Esto también significa que la decisión no sea un rechazo o una huida del sistema sanitario imperante, pues las decisiones que parten de una reacción son “reactivas” y no directivas para sus autoras (la determinación debería basarse en la creencia, de que si todo va mecánicamente bien, la casa es el mejor lugar para parir una mujer y nacer su criatura)
Del mismo modo, esto comporta que la persona que hace de “guía” profesional haya “sufrido”, se haya sometido y mejor “superado” en la medida de lo posible un camino cercano a lo que exige el proceso personal de la potencial usuaria de este servicio u opción sanitaria.
La condición para vivir y poder ir más allá de lo aparente radica en la conciencia, el vivir cada momento atentamente y vinculado a lo que se podría llamar verdad pero con entusiasmo, sin avidez aunque se sienta que no se puede más
Se aconseja no vivir dualmente, escindida psíquicamente Repetir varias veces al día (mejor cada 3 horas) mirar adentro -centrarse primero en el cuerpo: notarlo; en el sentimiento: la agradable sensación del presente; en la mente: en el pensar en ello- y afuera –en la actividad- y así estar reconectado y quedarse un momento en silencio estando centrada enteramente, mirando al acto de ver
El desafío de las mujeres para el siglo XXI es darse a la acogida, el merito intentarlo con inteligencia y consciencia Acogida de darse, acogida del otro.

Monday, April 26, 2010

PUNTUALIZACIONES EN LA PRIMAVERA DEL 2010

Acaban de acontecer las Jornadas sobre parto en casa en Barcelona; se ha editado la Guía para la asistencia al parto en casa del COIB; parece que próximamente el programa Entre Líneas de TV3 para emitir uno con respecto al tema: es decir esta de moda y esto siempre genera muchas expectativas. Ante ello y dada la cantidad de llamadas que he recibido en dos semanas creo oportuno redactar una serie de puntualizaciones con respecto a mi posición en este tema.

Aprovecho para comentar que desde la primera promoción de la formación de comadronas residentes como especialidad universitaria de enfermería fui docente en la UB y durante 11 años me hice cargo de la clase sobre “El parto en casa” . Al respecto ya había participado en la publicación por primera vez en la Revista Integral – para público general 1982- y en la Revista Rol –para profesionales sanitarios 1995- de los parámetros de actuación profesionales pertinentes para la asistencia en casa del parto, (aunque no conste estas referencias bibliográficas en ningún documento de los que he consultado).

Y quiero señalar que en todos estos años de profesión desde el año 1980 jamás he concedido ningún ápice de autoridad al intrusismo profesional sea de autodidactas o de supuestas caricaturas de nuestra profesión en este país.

Me parece que amén de estos pormenores debo posicionarme para que las usuarias que deseen solicitarme servicios de partería en su proceso de maternidad sepan como planteo mi labor y espero que estas líneas sirvan para no tener que dedicar tanto tiempo por teléfono a clarificar mi propio espacio profesional.

1. Me parece oportuno que las mujeres que se planteen el tema de parir en casa lo hagan desde la perspectiva de abrirse una posibilidad vivencial distinta a lo que es habitual y no contraria a la asistencia hospitalaria, pues para no generar falsas expectativas, no puedo asegurar a nadie que el parto finalizara en el domicilio ya sea porqué en el uso de mi juicio clínico crea oportuno que el proceso pueda requerir de otros recursos técnicos o bien precise de la participación de un equipo multidisciplinar para no correr ningún riesgo adicional tanto para la madre como para el feto. Además que mi criterio profesional parte de la base de no convertir el domicilio particular en un mini-hospital y también por no ejercer la obstetricia como hace dos siglos. Todo esto desde mi punto de vista, no se contrapone con pensar y creer que todo el proceso es fisiológico y que es posible en el domicilio, es más, creo sinceramente que es el lugar de primera elección para la madre y el bebé ya que entiendo el tema desde un orden afectivo. Amén que también sostengo que el parto es un momento, absolutamente peculiar del proceso de maternidad y no es la culminación de nada sino un paso trascendente entre la existencia virtual y “anti-gravitoria” del ser humano y su vida realidad encarnada en este mundo.

2. Me parece ideal que el contacto profesional se produzca al final del primer trimestre de gestación para que la mujer pueda con tiempo valorar su decisión y las posibilidades asistenciales. Pero en cualquier caso no acepto cursar entrevistas cuyo objetivo sea la asistencia del proceso más tarde de las 24 semanas, aunque la guía recomiende las 28 semanas. Pues mi criterio enmarca globalmente el proceso de la gestación, parto el posparto y el desarrollo primario de la crianza humana y no tengo ningún interés en centrar el desarrollo de mi ejercicio profesional solamente en la atención al parto (sea donde sea: pues no trabajo en ningún Hospital tampoco). NO realizo entrevistas para convencer a nadie de las ventajas y de los beneficios del parto en casa y de su intento

3. La OMS recomienda 4 visitas como valoración necesaria para la atención prenatal y el control de la evolución gestacional en cualquier preñada. En el esquema de trabajo que utilizo las visitas dependen del momento en el que se inicie mi compromiso asistencial y en algún caso puede ser preciso más valoraciones obstétricas en todo el tiempo de gestación para conocer como evoluciona, digamos, biológicamente el proceso y para proporcionar información a la madre y a su pareja de lo que acontece.

4. La visita en el domicilio donde se va a asistir el parto se realiza sobre la 37 semana de gestación y debe ser el domicilio habitual – no me parece oportuno parir en donde no se viva-, que se pueda acceder a pie plano o que no existan más de 4 escalones para facilitar el traslado si se diera el caso –descarto pisos en edificios sin ascensor-. Y además que dispongan de agua corriente, luz, sistemas de ventilación y calefacción y donde semanalmente se desarrollen labores de limpieza doméstica para asegurar la mínima higiene que ha caracterizado la mejora de la salud humana en los albores del siglo XX. Ello conlleva que si se reside con animales domésticos -aunque esto exige una carga extra de limpieza doméstica- estos se hallen en buen estado de salud y estén debidamente desparasitados y que sus necesidades vitales se cubran en espacios distintos a los de sus propietarios. NI que decir tiene que no se debería compartir en el momento del parto la vivienda con enfermos infecciosos, tuberculosos o personas que puedan tener una enfermedad que conlleve un riesgo extra para la mujer gestante y su criatura a nacer.

5. NO asisto partos en casa de presentaciones de nalgas, ni de gemelares

6. La mujer debe poder andar por si sola sin prótesis, ni accesorios para su deambulación

7. No creo precisa la existencia de piscinas portátiles o instalaciones extraordinarias para el desarrollo y la consecución de un parto en casa.

8. No comparto mi labor con profesionales domésticos de ningún tipo, no llevo ayudantes; aunque puedo recomendar visitas terapéuticas de otros profesionales sanitarios.

La excepción es con el tema de la homeopatía –unicista-.

9. No creo necesario que la mujer firme ningún consentimiento informado por la decisión de trabajar juntas en el desarrollo de la maternidad que suscita mi compromiso profesional, pues no llevo a cabo ninguna actuación enmarcada en lo denominado “medicina voluntaria o satisfactiva” (para más información mi blogspot Octubre 2008)

10. En referencia en concreto, al trabajo de parto: los procedimientos a utilizar habrán sido pactados, consensuados y conocidos previamente; no asisto partos en casa si la rotura de la bolsa de las aguas –amniorexis espontánea- se ha producido 24 horas antes del establecimiento del parto; si la dilatación se estanca por más de dos horas con buena dinámica es de obligado ingreso hospitalario; si el bebé no esta encajado a la mitad de la dilatación con buena dinámica aconsejo el traslado al centro hospitalario de referencia; si existen aguas teñidas el traslado es obligatorio; habitualmente con las mujeres que acuerdo la asistencia no requieren utilizar expresiones verbales de intolerancia a las contracciones uterinas pertinentes para alumbrar; la libertad de movimientos es absoluta durante todo el proceso con la recomendación explicita de no acompañar movimientos de tensión muscular concomitantes al trabajo del músculo uterino; la duración del periodo expulsivo no será de mayor duración a 1 hora; en general si existe necesidad suturo y no espero más de 1 hora al alumbramiento placentario. Lo que significa que a veces será necesario el traslado hospitalario por riesgo evidente o por riesgo probable dada la clínica.

11. Aseguro incondicionalidad, compromiso, escucha, guía eficaz y absoluta individualización de la asistencia. Pretendo que mi actividad profesional no ocasione ninguna yatrogenía ni riesgos infecciosos e innecesarios. Defiendo que por intentar un parto en casa no puede correr peligro vital ni la madre ni su criatura. Garantizo que durante todo el periodo de la relación profesional es siempre posible localizarme por el móvil. Mis honorarios están establecidos en relación al listado de honorarios mínimos del COIB

12. Mi propuesta pasa por hablar lo que sea preciso comentar previamente al momento del parto

–en el espacio de la preparación prenatal- para con ello conseguir no interferir innecesariamente en el parto con una exigencia cortical (lingüística, verbal y conceptual) no pertinente.

13. Siempre me quedo en el domicilio durante mínimo dos horas después del parto y realizo seguimiento domiciliario en el puerperio; el final del compromiso asistencial lo marca la recuperación del periné en las mismas condiciones valoradas en el inicio de la gestación.

14. Todas las mujeres que intentan un parto en casa y que me comprometo a asistir deben haber establecido contacto en la gestación con un servicio obstétrico hospitalario de referencia por si acaso fuese preciso el traslado en el parto o para el parto con posibles riesgos.

15. Las mujeres que me comprometo a atender durante toda su experiencia de maternidad no presentaran adicciones de ningún tipo, estarán dispuestas a alimentarse del modo más adecuado posible y desearán realizar durante su gestación algún trabajo corporal de conexión personal.

16. Parto de la base de que todos los profesionales sanitarios hacen bien su trabajo y no tienen intención de cometer errores o de despreciar a las mujeres en su actuaciones, hasta que se comprueba lo contrario; y que no voy a diseñar mi propio espacio profesional en función de los deficiencias o faltas ajenas. Evidentemente no voy a fomentar ninguna fricción profesional con los equipos hospitalarios de asistencia obstétrica.

17. Creo firmemente que las clases – que no informaciones o reseñas- se deben impartir en los lugares destinados a ello, sea en el espacio de formación académica, en debates profesionales o en jornadas científicas, pues en general las cosas pueden mejorar con el esfuerzo de todos para conseguirlo: las demandas, los debates, los consensos, las comprobaciones –lo que se precise-.

Ruego la lectura de este texto antes de efectuar alguna llamada telefónica para solicitar más información o una entrevista. Gracias.

P. D.: Ultima hora para muestra un botón de la moda: contraportada de La Vanguardia del viernes 23 de Abril de 2010

Thursday, April 08, 2010

LAS COMADRONAS HACEMOS PREVENCION DEL DETERIORO

Estos días he tenido una sorprendente discusión con un estudiante de medicina, que evidentemente y entroncado con lo que estudia tiene o está construyendo su propia teoría de la salud, de la enfermedad y del papel de lo terapéutico y claro ello exige tamizar lo que aprende en la Facultad con diferentes opiniones para poder abrir sus horizontes y configurar su panorama.
Bueno, la discusión se inicio por que en numerosas etiologías de procesos patológicos aparece la gestación y en concreto la multiparidad como un factor de riesgo; y el debate surgió allí donde se culpabiliza una situación de salud como causante de deterioro.
Era fácil a partir de conocer esa premisa: paridad como factor de riesgo de…. ,que la cuestión derivara a que la gestación “per se” era una situación que determinaba un antes y un después en el cuerpo femenino y como somos mortales esa variación temporal estaba teñida de perdida y de desgaste.
Estoy de acuerdo que la gestación en según que mujeres, con según que antecedentes de salud y enfermedad de si misma y de sus ancestros, dependiendo de sus hábitos alimenticios, de sus contactos con tóxicos (sea la vía que sea: cutánea, oral, inhalatoria, parenteral,..) y según a qué edad se produzca la gestación; esta situación ni se va a desarrollar normalmente, va a suponer un problema de salud y posiblemente va a tener consecuencias a medio plazo de perdida de salud pero de eso a decir que la gestación por definición es un factor de riesgo (de nada ) me parece que hay un abismo.
No niego que hay mujeres que si tienen problemas circulatorios aunque sean sub-clínicos van a acabar sufriendo varices; que sus depósitos de ferritina están a mínimos sufrirá una anemia que afectará a su estado, a su humor y a su capacidad y repercutirá en el crecimiento del bebé: que si padece trastornos metabólicos de base es más fácil que acabe desarrollando una diabetes gestacional pero todo ello es porque la gestación es un estado fisiológico pero excepcional de homeostasis y cuando sucede en según que circunstancias sus mecanismos de equilibrio son más frágiles y a veces son infructuosos para conseguir un devenir asintomático, viable y sin consecuencias tanto para la madre como para su criatura. (Aquí se enmarca la morbilidad)
Después está el tema de la mortalidad materna y neonatal pero allí no entrare a escribir, pues está claro que cualquier situación humana puede comportar riesgo de muerte en un cuerpo que es por definición mortal y siempre referido a unas circunstancias determinadas pues no es posible extrapolar las situaciones ya que siempre suceden en un contexto concreto.

Mi sensación de toda la discusión fue esa que si la comadrona es la profesional de referencia para la salud procreativa estaba claro que su papel tenía que poder definirse en referencia a esa situación de salud en cualquier circunstancia en la que aconteciera y así apareció el título de esta bitácora del mes de Abril, pues si no hacemos nuestra labor profesional de un modo activo e individualizado no vamos a poder demostrar que la gestación también en la realidad es una situación de fisiología humana sin consecuencias de deterioro para la salud femenina. Ya que en estos momentos se tiene que demostrar también lo que es evidente (medicina de la evidencia).

Y no hablo solamente de poner el peso (guía para la vivencia) en un proceso energético incomparable en la vivencia de ser mujer cuando llevas en tu vientre a un nuevo ser humano que permite a la especie perpetuarse en este planeta, pues estoy convencida de que muchas propuestas espirituales orientales y de ejercicios o terapias de “conocimiento y crecimiento personal” pretenden que las personas sientan algo de lo que sucede a las mujeres en sus gestaciones; sino que hablo de observar, aconsejar, pautar, supervisar y acompañar a las mujeres en ese momento especial de su vida para que se puedan conocer mejor, cuidar más adecuadamente, … y a la vez puedan disfrutar corporalmente de esa situación biológica que nos proporciona la naturaleza humana al ser mamíferas, lo que no quiere decir dejar hacer a la naturaleza sino promoverla, potenciarla, ayudarla hasta muchas veces canalizarla o rectificarla (de poner recto lo torcido) para su mejor desarrollo y expansión.